Autonomia

Autonomía. Lindo término, que quiere decir:

“1. Potestad que dentro de un Estado tienen municipios, provincias, regiones u otras entidades, para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios.

2. Condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie.”

Una de esas ideas que suena bien, y en esencia es excelente, siempre que sea aplicada por personas excelentes!

Nació hace décadas, para garantizar que la Educación no estuviera al alcance de los políticos de turno.

Y esto no era porque se desconfiara de aquellos políticos, sino de eventuales políticos corruptos que podrían llegar algún día.

Nadie podía imaginar, de buena fe, que esa misma autonomía podía llegar a ser usada en contra de la educación, para valerse de ella políticamente, torciendo arteramente toda la tradición y prestigio que teníamos desde José Pedro Varela.

Laicidad y calidad, se podría decir que era el lema que inspiró e hizo funcionar una educación pública de excelencia para varias generaciones.

Hasta que el comunismo se apropió de los sindicatos, con sus tácticas fascistas de asambleas manipuladas.

Una vez copados los sindicatos de docentes, funcionarios (que no trabajadores), y estudiantes, el resto fue fácil.

Se empezó a trabajar en aras de formar parte de los órganos de control, para poder manejar las políticas educativas, que era justamente lo que querían sin que les importara el tiempo que les llevara.

Asimismo, eso les aseguraba la impunidad en la violación sistemática de la laicidad!

Autonomía, en la educación hubiera sido fantástica, pero claro, no se contaba con la persistencia y maldad del comunismo!

Hoy, gracias a la autonomía, la educación está en estado de desastre total y absoluto, y la forma que el gobierno encuentra de, por lo menos intentar estudiar el asunto, es reunir en “asamblea” a los mismos que la destruyeron!

Lonjazo.