Incontinencia verbal

Una de las peores costumbres de los gobiernos populistas, especialmente los recién llegados al poder, es la incontinencia verbal orientada a dos fines, uno, seguir manteniendo al electorado con esperanzas y dos, pasarle el fardo de todo lo que se prometió y no se va a poder hacer, al gobierno anterior.
Como dijo alguna vez con genialidad Pons Etcheverry, “es que son tantos y hablan tanto”...
Hablan de lo que les compete y de lo que no les compete, hablan de lo que saben y de lo que ignoran, con la misma soltura y dedicación y sin saberlo hasta que es tarde, tanto hablan que no generan mas que incertidumbre, desconfianza y bajón.
Hablan para la tribuna, que no hace mas que seguir festejando con la barbilla húmeda, sin darse cuenta que también son oídos por aquellos que, a la larga, van a ser los que pongan lo que hay que poner para que surja el trabajo y los buenos salarios.
Hablan y prometen, tiran ideas, a veces maravillosas, como si siguieran en campaña sin ver que ya están gobernando y que es muy mal recibido tirar ideas hoy y sacarlas mañana por impracticables, o caras o incoherentes con otras que tiró otro al día anterior.
Un día hablan de austeridad y al día siguiente crean un ministerio entero para los amigos y derogan un decreto para poder llenar cargos de confianza a demanda.
Por cierto que no son señales buenas para el inversor.
Pero lo peor de todo es el voluntarismo ignorante. El creerse que a fuerza de voluntad se pueden establecer parámetros económicos justos y perfectos.
Leyendo una extensa y recomendable nota hecha al Ministro Mujica en Búsqueda, de ser sincero en sus respuestas, uno nota que recién se está empezando a dar cuenta del monstruo que están intentando gobernar.
Recién ahora dice públicamente que sólo de la inversión llega el empleo verdadero y que el gobierno no está dando buenas señales al mercado.
Porqué no dijo eso en el consejo de ministros en el que se decidió derogar el decreto que permitía las desocupaciones sindicales?
Esa es una pésima señal, de las tantas que han dado, para los inversores.
Porque no les dijo eso a sus amigos del Ministerio de Trabajo, cuando presionaron a Gaseba para que reingresara trabajadores despedidos en el 99 y que incluso habían cobrado despido?
Esa es una señal pésima a los inversores.
Igual que producir azúcar subsidiada en contradicción al Tratado de Asunción, igual que sacarle a un producto un impuesto que no tiene, igual que forzar a una industria a vender un producto a un precio determinado. Y se podría seguir enumerando señales en sólo 70 días de desgobierno.
Y mientras tanto, lo que es su verdadera competencia sigue sin atención, por lo menos, visible.
Los bagayeros del norte siguen contrabandeando ganado en pie con el peligro sanitario tremendo que eso implica y el abigeato sigue azotando al productor.
Es allí que el Ministro entrevistado tiene que trabajar en silencio y no para la prensa y la tribuna.
Hace muy pocas semanas, recibieron un país en paz y crecimiento. Todo lo que hay que hacer es seguir por la misma ruta.