Heladera

Hace un tiempo, el Sr. Director Presidente de ANCAP, quien ostenta un título de Licenciado en Genética Humana obtenido en Cuba, (lástima que cuando lo consideraron para el cargo, no le clavaron el sello OVER CUALIFIED), Raúl Sendic, decía que para ganar las próximas elecciones, al Frente Amplio le alcanzaba con comparecer con una heladera de candidato.
Obviamente en su carrera no hubo materias tales como prudencia I y II, y algunas otras muy útiles a la hora de manejar empresas y hacer política, pero bueno, no se puede todo en esta vida.
En su humildad, el susodicho se vanagloriaba del fantástico gobierno que estaba colaborando a hacer, dados los resultados que la coyuntura internacional le servía en bandeja, sin siquiera sospechar que tales "logros" no venían de sus virtudes, sino de la excesiva suerte y de la bonanza internacional, que obviamente consideraban eterna.
Claro que para él no todas eran rosas, porque el petróleo le había subido casi hasta los U$S 150 el barril.
Entonces, ni corto ni perezoso craneó una solución fantástica, y a la altura de un digno gobernante progresista.
El tipo va y contrata un seguro, de modo que si los precios se salían de una banda que quedaba fijada entre los 54 y los 95 dólares, el seguro se hacía cargo.
Una verdadera fantástica obra de ingeniería financiera, de la cual se vanagloriaba el brillante joven empresario, expresando que era la primera vez que se hacía y que hacía tiempo que él estaba tratando de lograr.
Por lo bajo, seguramente preguntaría como antes no se le había ocurrido a nadie, tamaña genialidad?
Seguramente a muchos se les ocurrió la receta, pero decidieron no llevarla a cabo, ante la eventualidad de que le precio bajara de los 54, que era el preció mínimo que debía pagar.
Y justamente es lo que pasó.
Hoy, el petróleo está a 47 y bajando, y nuestro joven genio, lo sigue pagando a 54.
No es genial?
Claro que a él mucho no debe molestarle, porque está timbeando con plata ajena, es decir nuestra!
No se si un licenciado en genética aprende algo de negocios, pero algo es seguro, que ni a una heladera se le habría ocurrido tamaño mamarracho!
Eso si, de renunciar avergonzado e irse a vivir a Tasmania, ni hablamos! Quizás hasta tenga vocación de presidente y hasta esté pensando en disfrazarse de heladera.
Lonjazo.