Corrupción infantil

Hay veces que cuesta mucho, entender a algunas personas.

Porque les da por actuar con tal torpeza, es que uno se queda pensando si es que lo hacen por torpes, o por un total y absoluto desprecio por los demás.

Sabiéndose personajes públicos, que están bajo constante escrutinio de la sociedad, deberían ser los más cuidadosos a la hora de cometer “torpezas”, pero en cambio, las cometen con una candidez rayana en la estupidez más glamorosa.

De otra forma, solo resta pensar que actúan así, por la carga que llevan de una soberbia inimaginable, convencidos de que no se va a saber, o peor todavía, les importa un cuerno que se sepa, porque saben que no habrá consecuencias.

Así, nos enteramos un día, que un Señor Senador de la República, andaba con un carné de Salud Pública mal habido, para atenderse en el Hospital Maciel en forma gratuita.

Obviamente, no solo no le pasó nada al felón, sino que terminó beneficiado con cargo en la Embajada uruguaya en Buenos Aires, donde seguramente estará cometiendo actos de corrupción, amparado en su estatus diplomático.

En estos días, nos enteramos que a la farmacia del Hospital Policial, aparece un funcionario a retirar medicamentos, exhibiendo un carné de Oficial Principal, a nombre de Eduardo Bonomi.

Cualquier nabo sabe que Eduardo Bonomi, el Ministro del Interior, lo más cerca que estuvo de un Oficial Principal, fue cuando mató a uno por la espalda.

Quizás lo haga empujado por la necesidad, porque con el sueldo de Ministro, debe ser muy difícil comprar medicamentos como Dios manda.

Pero si no se puede creer esto, lo mas cómico es que su mujer, Señora Diputada Susana Pereyra, también retira medicamentos del Hospital Policial, con un carné de Oficial policial.

En el idioma oficial carnavalero y prostibulario del gobierno, como se le llamaría a esta actitud? Curro!

En mi pueblo, le decíamos CORRUPCION.

Lonjazo.