Ni izquierda ni derecha, BLANCO

Entramos en el 2009, pasado ya el primer mes, en el que la gran siesta está en su apogeo y como es año electoral, empezamos a desperezarnos.
La interna del Partido Colorado sigue su curso, luchando por recuperar los espacios políticos que perdió y que merece un partido fundacional.
La interna del Partido Nacional cruje un poco, a la luz de los datos entregados por las encuestadoras y algunos pases recientes, lo que pone nerviosos a unos y a festejar a otros, pero con la alegría y convicción de que serán los blancos los que tomen la decisión y que ésta, será acatada porque desde aquel lejano 1836, la UNION NOS HARA FUERZA y porque SOMOS IDEA.
La interna del partido de gobierno, o mejor dicho, del conglomerado de partidos que, a los efectos electorales funge como partido, cruje y se resquebraja en un mar de alto oleaje, producido por las nerviosas ambiciones de tirios y troyanos.
Es que las encuestas dan mal. Las mismas que eran tan confiables cuando daban bien, ahora, dan mal y no tiene vuelta.
Hace solo cuatro años, ganaban las elecciones con 50.4% de los votos y hoy, con suerte, llegan al 40% en la hipótesis media.
Hoy, sumada la oposición, sobrepasa cómodamente al oficialismo, que ve como, un día si y otro también, los votos prestados se van, y los que creían cautivos, empiezan a dudar.
Y no es para menos. El patético espectáculo fascista del último congreso, donde tupas y comunistas se unieron para quebrarle el espinazo a Astori, no sólo logró el objetivo sino que además, modificó las bases programáticas, dando un salto hacia atrás de 40 o 50 años, por decir lo menos.
Obviamente, cualquier militante o votante de Astori, que podría considerarse la izquierda moderada, intelectual, seria, pensante, no debe sentirse muy cómodo con tamaña perspectiva, de tener que colaborar en un gobierno que iría irremediablemente a contramano de la realidad y la humanidad civilizada toda y como si fuera poco, encabezado por un pobre anciano ignorante e impresentable, con antecedentes delictivos contra la democracia.
Tampoco les debe gustar demasiado, comprobar que siendo gente de trabajo y no precisamente ricos privilegiados, terminaron siendo el paganini de la boda, para que su esfuerzo terminara alimentando una demagogia inútil, que para peor, aprovechan los comunistas, mientras que los verdaderos ricos, los grandes empresarios, tienen menos impuestos y cada día mas autos de gran lujo, para que cada día, mas niños limpien sus parabrisas en los semáforos.
Había tantas esperanzas! Tantos sueños gloriosos! Tantas respuestas simples a problemas enormes! Tanto para hacer para los pobres!
Al fin verían realizados los sueños revolucionarios, con el adicional de que, a pesar de que hubieran fracasado siempre, ellos lo lograrían!
Porque la teoría estaba intacta y debía, tenía que funcionar. Es ciencia, se repetían en silencio, una y otra vez.
Pero como su antecesor Lenin bien dijo, la realidad es terca y la científica teoría, sigue negándose a funcionar.
Tenían la llave que resolvía todos los problemas y además, la buena voluntad, honestidad a toda prueba y pureza institucional!
Y Dios les dio la oportunidad.
Tuvieron mayoría total en el control del estado!
Tuvieron una bonanza económica fantástica!
Tuvieron TODO para ser el mejor gobierno de la historia y terminó siendo un fiasco patético!
Y bueno, hubo gente que tenía que probar y probó.
No me gustaba la idea, pero mucha gente tenía mucha esperanza.
Ahora ya no hay genios y augures.
Ahora, hay que empezar a ver la realidad y actuar en consecuencia, es decir, como nos venga mejor, o menos mal.
Ni de izquierda ni de derecha, BLANCO y lo que es bueno para la Patria, es bueno para el Partido Nacional.

Lonjazo