La zona de Lonjazo

Lugar donde se emite opinión y donde se reciben comentarios...

Name:
Location: Montevideo, Mdeo, Uruguay

Abogado y liberal

Wednesday, January 14, 2009

Mal gusto


Ser presidente del Uruguay en este gobierno, es sin duda trabajo insalubre.
Un día si y otro también, el pobre se despierta con sorpresas que lo deben dejar patitieso. Debe ser terrible no poder actuar, para "lavar" su honor y el de su gobierno, cuando sus más inmediatos colaboradores, lo dejan "como botella de jardín".
Todos somos seres humanos, tenemos funciones fisiológicas similares y todos o casi todos, nos higienizamos regularmente, para tratar de no ofender a nuestros semejantes, lo que no quiere decir que lo hagamos en público, como animales.
Es una cuestión de educación y urbanidad, por eso los baños tienen puertas y se diseñan para mantener la discreción y privacidad de sus ocupantes.
Pero, a veces surge algún semejante, que intenta animalizarnos, banalizando aquellas funciones que deben llevarse a cabo en privado, porque así lo marca el buen gusto y la buena educación.
Eso es mal gusto.
La ministra del interior, Daisy Tourné, no tuvo suficiente con la reacción de la sociedad, cuando se disfrazó de amazona y con aires de princesa pasó revista a las tropas que mal dirige, entonces, no encontró mejor idea, durante sus vacaciones, que colgar en su página de Facebook, una foto de ella en la ducha, y la tituló "No hay nada más auténtico que una mujer mojada".
Parecería que en el afán por mostrar su "autenticidad", no reparó en el espectáculo desagradable que nos propinó gratuitamente, gracias a Dios, mostrando solamente su cara y manos.
De haber sido mas "auténtica" habría ocasionado un vómito general, ya que deberá aceptar, nuestra "auténtica" ministra, que no tiene físico de exhibición, por decirlo de una forma elegante.
Claro que uno diría con gusto, "allá ella", si fuera una mas del montón, pero lamentablemente, no lo es.
Con esta insólita actitud, propia de una bailarina de revista de la farándula porteña, pero inaceptable de un Ministro de Estado, es la segunda vez en la historia nacional, que se nos agrede con el espectáculo de ver a un altísimo jerarca de gobierno, confundiendo tan groseramente su persona, con la dignidad del cargo que ocupa.
Ante la falta de vocablos que me permitieran expresar mis pensamientos, decidí consultar al Diccionario de la Real Academia Española, encontrando los siguientes, todos evocando actitudes y virtudes de los que obviamente la Sra. Ministra ostensiblemente carece y a pesar de lo cual, parecería estar orgullosa, dejando la duda sentada de si es por ignorancia o por puro, simple y deliberado desinterés.
"Decoro.
Circunspección, gravedad, pureza, honestidad, recato, honra, pundonor, estimación.
Recato.
Cautela, reserva, honestidad, modestia.
Honra.
Estima y respeto de la dignidad propia.
Pudor, honestidad y recato de las mujeres.
Modestia.
Virtud que modera, templa y regla las acciones externas, conteniendo al hombre en los límites de su estado, según lo conveniente a él.
Cualidad de humilde, falta de engreimiento o de vanidad."
Ordinariez.
Falta de urbanidad y cultura, acción o expresión grosera.
Grosero, ra.
Basto, ordinario y sin arte, descortés, que no observa decoro ni urbanidad.
Vulgar.
Que es impropio de personas cultas o educadas.
Educación.
Cortesía, urbanidad.
Urbanidad.
Cortesanía, comedimiento, atención y buen modo.
Modo.
Moderación o templanza en las acciones o palabras, urbanidad y cortesanía en el porte o trato.
Y en eso andaba, cuando recordé unos párrafos del genial J. E. Rodó, en cuanto al mal gusto, que transcribo textual.
"Cultivar el buen gusto no significa solo perfeccionar una forma exterior de la cultura, desenvolver una actitud artística, cuidar, con exquisitez superflua, una elegancia de la civilización. El buen gusto es una rienda firme del criterio. Martha ha podido atribuirle exactamente la significación de una segunda conciencia que nos orienta y nos devuelve a la luz cuando la primera se obscurece y vacila. El sentido delicado de la belleza es, para Bahelot, un aliado del tacto seguro de la vida y de la dignidad de las costumbres. La educación del buen gusto, agrega el sabio pensador, se dirige a favorecer el ejercicio del buen sentido, que es nuestro principal punto de apoyo en la complejidad de la vida civilizada".
"Hay una relación orgánica, una natural y estrecha simpatía, que vincula a las subversiones del sentimiento y de la voluntad con las falsedades y las violencias del mal gusto".
Yo creo indudable que el que ha aprendido a distinguir de lo delicado lo vulgar, lo feo de lo hermoso, lleva hecha media jornada para distinguir lo malo de lo bueno.
"La idea de un superior acuerdo entre el buen gusto y el sentido moral es, pues, exacta, lo mismo en el espíritu de los individuos que en el espíritu de las sociedades
."
Es obvio que, el lamentable espectáculo (este es el segundo, el primero nos lo perpetró la Ministra Muñoz, bailando sobre una mesa en un boliche nocturno, en viaje oficial) que dos de las Ministras mujeres están dando a la sociedad y al mundo, es provocado por la increíble confusión que tienen, entre su ser personal y el recato y decoro que deben observar, mientras desempeñan una función pública temporal.
Su actitud refleja el poco respeto que sienten por si mismas y por la dignidad de los cargos que ocupan, es decir, falta de respeto hacia toda la sociedad uruguaya.
Es Rodó quien lo ha sabido explicar con meridiana claridad, asociando el buen gusto con el sentido moral.
Pero claro, seguramente estas señoras, jamás tuvieron en sus manos un ejemplar de tan siquiera uno de sus libros. No hubo tiempo, entre el manifiesto comunista, las obras de Marx, y el resto de la literatura comprometida. Por eso se perdieron estas magistrales clases de educación y cultura con mayúscula.
Esta señora, es el jerarca del mayor grupo de funcionarios públicos armados que el país tiene y tiene a su cargo, nada menos que la seguridad interna de la nación.
Mas que ningún otro debe ganarse el respeto de sus subordinados y de sus protegidos, que sumados, somos todos los habitantes, y ese respeto, no se obtiene de actuar con ligereza y ordinariez, se obtiene actuando con seriedad y respeto hacia sí misma, primero que nada y hacia nosotros todos, por añadidura.
Mal puede ser respetado aquel que no respeta, ni se respeta a sí mismo.
En resumen, una actitud de pésimo gusto y de una ordinariez rayana en lo ridículo, que le hace un inmenso daño al país.
Lonjazo.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home