Desconstrucción = Destrucción

Los que con tanto empeño están, desde hace 25 años, “desconstruyendo” nuestra sociedad, se han convertido en expertos en dar por normal lo anormal y por natural lo antinatural.
También se han convertido en expertos en contraponer derechos, y apoyar el dedito en un platillo de la balanza, según las fascistas necesidades del momento, así lo indiquen.
De eso modo, el derecho a huelga, jamás reglamentado tal como pide la constitución, pasó a ser mayor que el derecho de propiedad, ese sí debidamente reglamentado. El derecho de la mujer a su cuerpo, pasó a ser mayor que el derecho a la vida y así podríamos seguir.
Hoy, la batalla se juega en función del género, y entonces, para ellos, apareció un género o mas de uno, que tienen los mismos derechos que los naturales con los que la naturaleza viene.
La naturaleza dice que las células tienen una configuración binaria, es XX o es XY. Es macho o hembra, varón o mujer. No existe en la naturaleza combinación o desfiguración de esa terca realidad.
Género es eso, A o B, y lo que se sale de eso es, DEGENERADO, aunque el término suene fuerte.
Luego de varios fracasos sobre la “salud reproductiva” que para variar, nada tiene que ver con la salud ni mucho menos con la reproducción, sino todo lo contrario, solo pretende oficializar el aborto, ahora vienen con otra perlita, cual es, ley de unión concubinaria.
El viejo código civil escrito por Tristán Narvaja, tiene prevista la solución a tal problema, pero claro, ese código es “burgués”, y del siglo XIX.
Nosotros los progres del SXXI, estamos atrás de algo mas “aggiornado”.
Y a que le llamamos aggiornado???
Pues bien, todo parece indicar que para los progres, si algo ya existe, entonces hay que “legalizarlo”, aunque sea malo. Así, si hay muchos abortos clandestinos, mejor “legalizarlos” haciendo una ley que obligue a los médicos a abortar a mansalva, eso si, prolijamente, en los hospitales públicos.
En este caso, es parecido, como hay muchos concubinatos, lo mejor es generar una ley nueva, en vez de aplicar correctamente la que existe.
El viejo código, como decíamos, ya tiene prevista a solución al problema de la unión concubinaria, y es la mas simple de todas. CASARSE.
Pero claro, eso para los progres, es algo tan burgués que da un poco de asco.
Y si no pueden casarse, porque ya están casados, pues bien, se divorcian, y luego se casan. Y asunto resuelto.
Pero claro, eso habla de familia, célula básica de la sociedad burguesa, esa justamente que queremos destruir, entonces no nos sirve.
Haciendo eso, los problemas que invocan dejan de existir, a menos, que quieran “legalizar” bajo cuerda algo que no está previsto, cual es, la “unión concubinaria de personas del mismo sexo, cosa no presivista, por Narvaja ni por la naturaleza.
El matrimonio, es previsto entre personas de diferente sexo y pretender modificar o derogar tal aserto, es algo que ni a un delirante progre se le puede ocurrir, entonces, buscan solucionar el “problema” como es su costumbre, oblicuamente, al estilo fascista.
Con la historieta de los concubinatos, de paso, reglamentamos la aberración del concubinato entre homosexuales y de última, ya que estamos, hasta le permitimos que adopten niños, que obviamente, terminarán siendo educados como degenerados, tanto como lo son, quienes los educan.
Es el principio del fin de la sociedad conocida y la familia.
LQQD. Como decía un viejo profe de matemáticas, lo que queríamos demostrar. Atrás de estas sesudas y delirantes “leyes”, lo que se pretende es justamente, destruir la sociedad conocida y reconstruir otra, que se adapte mejor a un gobierno totalitario y en todo caso, que no proteste demasiado. Así funciona la aberrante mentalidad marxista contemporánea. Desconstrucción en vez de destrucción, que es lo mismo, pero lentamente.
Lonjazo.