Lloviendo sopa

En Argentina está ocurriendo algo terrible con la economía y todos sabemos lo que pasa, cuando ocurre algo en Argentina, sea bueno o sea malo.
Hasta tal punto estamos hermanados, nos guste o no nos guste.
Una mafia descarada, demagoga y populista, ha puesto a todo el estado a su servicio para manejarlo a gusto y gana, con el objetivo de que el demagogo mayor logre la reelección.
Ignorantes ensoberbecidos, creen que la economía también puede bailar su música, como el Poder Legislativo y el Poder Judicial, y han puesto al país rumbo al abismo de vuelta, reeditando la vieja y fracasada receta que dice que los precios de los bienes, se pueden decidir en el escritorio de un burócrata.
Y lo van a lograr. Van a ganar las elecciones, van a seguir en el poder, pero no van a poder evitar el desastre económico, como jamás pudo nadie, y conste que lo han intentado algunos bastante mas inteligentes y poderosos que estos patéticos émulos de Musollini.
Gracias a Dios, que los demagogos que desgobiernan de este lado del Río como mar, están continuando las políticas de los gobiernos anteriores y están separándonos cada día mas de un MERCOSUR, que ha sido prostituído por el autoproclamado progresismo, de modo que el riesgo de sufrir consecuencias en lo económico son menores, por lo menos mucho menores que en el 2002.
Pero eso no nos evita otros riesgos, tal vez mucho mas graves.
Alguien podrá pensar que no puede haber algo mas grave. Quien así piensa es muy joven o muy desmemoriado o nunca leyó El Príncipe.
Siempre se puede estar peor.
La última vez que un gobierno argentino se metió en camisa de once varas, como en la que se está metiendo el actual, hasta llegó a desatar una guerra contra Inglaterra.
Alguien puede pensar que Kirchner y su banda, no son capaces de una barbaridad semejante, viendo las cosas que han hecho y siguen haciendo?
Pues bien, sepa que en estos días hay tropas argentinas haciendo maniobras fluviales ahí cerquita, en Santa Fe. Están practicando la cruzada de un río sin usar puentes.
Ahora bien, si semejante mamarracho ocurriera...
Alguien puede pensar que en la actual América, podría ser invocado con un mínimo de eficacia el TIAR?
Alguien puede pensar que Brasil haría algo, o Venezuela? Con los gobiernos actuales, a lo sumo podrían venir a reclamar una tajada.
Alguien puede pensar que Kirchner y sus secuaces, son conscientes y en tal remoto caso, les preocupan las consecuencias terribles, para ambos pueblos y para la región, que tendría una actitud así?
Si una vez un idiota alcoholizado, fue capaz de atacar militarmente a los ingleses, porque hoy, otro idiota inflamado de soberbia, no se animaría a atacar militarmente a Uruguay?
La situación es parecida... Las Malvinas estaban pobladas por un pequeño e indefenso grupito de civiles desarmados, y fue por eso que el desembarco fue triunfal.
Así de fácil sería para las fuerzas armadas argentinas invadir el Uruguay o una parte de él.
Imposible? En la cabeza de este montonero no hay imposibles, por irracionales que sean. Así como un día se sintió legitimado para agredir la democracia por las armas, hoy sigue siendo capaz de cualquier cosa, especialmente si cuenta, como cuenta, con un populacho babeante de idiotas, como aquellos que aclamaban a Galtieri, sólo unos días después de haber querido destronarlo, hasta no sería raro que fueran los mismos o sus descendientes. Para eso basta con mostrarles la bandera desafiante, un supuesto enemigo y el culito de una vedette carnavalera, con menos cerebro que un gorrión.
No hay que olvidar que nuestros pueblos, en una gran porción, suficiente para ganar elecciones, han sido idiotizados por tres décadas de demagogia progre y hoy, no están en condiciones de evaluar a los líderes que tienen y las consecuencias de sus acciones, hasta que sea tarde.
Es realmente criminal. El mundo está atravesando una coyuntura que coloca a nuestra región, en una posición casi perfecta para mejorar la calidad de vida de millones de personas y nosotros, ambos pueblos, ponemos los peores gobernantes posible.
Cuando llueve sopa, nos agarra con un tenedor en la mano. Y lo peor es que no podemos decir que no nos la buscamos, porque el tenedor, lo elegimos libre y democráticamente, lo cual nos califica cruel pero inequívocamente.
Lonjazo.