Dios castiga y no muestra el guasco

“… quien dio la nota de la jornada fue, como era de esperarse, el delegado sindical en el Consejo de Secundaria, el ya folclórico Daniel Guasco. Para Guasco, más allá de sus diferencias “del punto de vista técnico, no político” con el reglamento (suponemos que refiere al proyectado reglamento), “esto no es solamente un ataque a un reglamento, no son solamente diferencias pedagógicas. Hay dos visiones de la educación y hay dos visiones de país”. Y para una de ellas, la visión malvada, “la educación tiene que ponerse al servicio del modelo económico”.”
Obviamente, la versión buena es la de él, porque él es un iluminado, tocado por la varita de la suerte (seguramente es ateo), que le permite tener esa visión preclara, la cual lo autoriza moralmente a dictar cátedra y decirle a la gente donde, como y que estudiar, y para que.
El buen guasco, pretende que la educación forme “genios” como él, y no personas que sean capaces de salir, conseguir un buen empleo, que le permita hacer su vida a su leal saber y entender.
El buen guasco, pretende que en treinta años, los actuales estudiantes, sean una manga de fracasados, ideologizados, retrógrados como él.
Que tengan la oportunidad de hacer su vida como se les ocurra, no forma parte de su concepto de “hombre nuevo”, semi idiotizado autómata al servicio de una sociedad dirigida como majada al matadero, sin opinión ni voluntad propias, en la cual le digan hasta que deben hacer sus hijos.
“Guasco no se detuvo en señalar esa suerte de Armagedón educativo, donde las fuerzas del Bien libran una batalla contra las del Mal. También la volvió a emprender contra PISA, sin nombrarla expresamente sino haciendo referencia a esas evaluaciones “que solo tienen en cuenta la cuantificación de la educación”, agregando que las mismas “suponen criterios homogeneizadores que se aplican igual para todos los países sin analizar factores que los diferencian”, constituyendo “un instrumento neoimperialista que busca, a como dé lugar, alinear países en torno a un modelo educativo en consustancia con el nuevo capitalismo” (sí, sí, dijo “consustancia”).”
Un comunista de pura cepa, enemigo acérrimo del capitalismo, la libertad y de la democracia, al cual le dimos poder para hacer y deshacer a su gusto y paladar en la educación pública, es decir con los niños mas pobres, y como consecuencia, uno de los artífices de que esos niños lleguen a secundaria sin siquiera saber leer.
Y de que los pocos que llegan a la universidad, terminen diciendo que su libro de cabecera es “Las venas abiertas de America Latina”, rimbombante título de un pasquín de cuarta, con veleidades de ensayo económico histórico.
Dios castiga y no muestra la guasca, pero si el guasco.

Lonjazo