No entienden

Ante un nuevo fracaso, una nueva bofetada de la realidad, en vez de intentar, aunque fuera, examinar la base de su pensamiento, insisten en el error. Y no se trata de un tupa burro o un comunista adoctrinado sin remedio, se trata de un abogado, intelectualmente bien formado, con experiencia en el exterior, que ha visto el mundo, sin embargo no termina de aceptar la realidad.

“Con un reconocimiento a que hay mayor individualismo y consumismo del previsto y, como contrapartida, la solidaridad no es tan activa como se pensaba, el Secretario de la Presidencia admitió ante el Parlamento que el Plan Juntos no ha prosperado según las expectativas. 

El Dr. Alberto Breccia solicitó un refuerzo de partidas de $ 100 millones por año –unos 4 millones y medio de dólares– que equivale a multiplicar por dos los aportes del sector público, ya que con las donaciones que se reciben no alcanza. 

“Nosotros teníamos la expectativa de que las fuerzas solidarias de la sociedad se iban a expresar con mayor rapidez. Obviamente esto también es un tema de valores que debemos considerar”, dijo el secretario de la Presidencia en la comisión que estudia la Rendición de Cuentas.

Agregó que “la sociedad uruguaya en general ha ido generando una cultura de consumos importantes, conductas de individualismo importantes, conductas de ´sálvese quien pueda´ significativas. Entonces, es difícil modificar esas situaciones y entender que la solidaridad es un valor fundamental para el desarrollo de otras aspiraciones, si es que las tenemos, hacia una sociedad mejor. Reitero que hubiésemos querido que este movimiento se hiciera más rápido, pero no fue así”, dijo.”

Primero que nada, parece que pagar las fortunas anuales que pagamos de impuestos, (2.500 dólares por cabeza por año, incluyendo niños y ancianos jubilados) no nos hace lo suficientemente “solidarios” a los uruguayos. Parecería que el buen Bresccia, pretende que además, pongamos lo que nos sobra, para que ellos se batan el parche de las viviendas para los “pobres”.

Entonces se duele de la expectativa que tenían que para variar, fracasa. Pero claro, la culpa no es de ellos, que no saben leer la realidad ni la naturaleza humana, sino de la cultura consumista e individualista que el maldito neoliberalismo nos ha inculcado.

Se queja de la dificultad de modificarnos el comportamiento, para viajar hacia lo que él entiende es una sociedad mejor.

Se creen dueños de la verdad, de la moral, de los valores, una minoría selecta y bondadosa que hace su mejor esfuerzo para modificarnos a nosotros, tristes y egoístas mortales, para nuestro bien, y que podamos ir al cielo en el que no creen.

Solo su soberbia es tan gigantesca como su estupidez.

Lonjazo