Nosotros somos estúpidos... él no.

“A los estúpidos que piensan que el 21 se acaba el mundo: no están solos! hay gente que cree en Dios”, escribió ayer domingo en twiter Raúl Speroni.

Lo escrito no tendría ninguna trascendencia si no fuera porque este twitero es el encargado de Comunicación e integrante de la Mesa Ejecutiva del Movimiento de Participación Popular (MPP),…”

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Speroni respondió a las críticas con suficiencia: “tranquilos muchachos, según ustedes y sus libros de texto, él me perdonaría”.

No es la primera vez que un comunista se desboca contra los creyentes. Lo que no es habitual es el insulto directo.

Pero bueno, poco puede esperarse de alguien que no tiene frenos morales, apoyado en un ateísmo militante.

El es el “inteligente”, en oposición a los “estúpidos” que somos creyentes.

Pero como no masca vidrio, se cree tan vivo que, por las dudas, tiene preparado un pedido de perdón de último momento, para salvarse del fuego eterno, si es que existe.

Ignora que ese perdón divino, llegará solo si el pedido es sincero y no oportunista.

Soberbio, sobrador, abusivo, torpe, no me llamaría la atención que hubiera asistido a la misa por Chavez, porque ahí no es tema de creencia, sino de arrastrarse ante un primate agonizante, para salir en la foto.

“Speroni se caracteriza por su furibunda prédica anticlerical. “Las campanas de la iglesia... éstos o nos evangelizan o nos rompen los huevos”, “me encanta el papa nazi hablando de paz, igual peor era el anterior” “(la Iglesia) La institución más asesina de la historia”, ha escrito en twiter.”

Esos papas, son los líderes espirituales de 1.000 millones de personas, las que creen, participan, y lloran sus muertes, sin que nadie se los ordene, ni siquiera se los pida.

Voluntariamente asisten a esa Iglesia y son libres de dejar de hacerlo cuando quieran.

Tienen fe, algo difícil de entender para alguien con intelecto tan brillante como este tal Speroni.

Ignora o se hace el que ignora, que lo mas asesino de la historia con más de 100 millones de muertos, es el comunismo.

Pobre Speroni, que Dios lo proteja.

Lonjazo