Y si, era trampa!

"¿Era trampa o no era trampa?", se preguntó el secretario general de COFE, José Lorenzo López, al enterarse que la energía eléctrica subirá en febrero un 5,6%. Desde los primeros días de enero, los dirigentes estatales vienen afirmando que el gobierno estableció una "trampa" y un "maquillaje en los números" para controlar la inflación.

Se refieren a la rebaja de tarifas del 19% que resolvió UTE en agosto 2012 y que determinó una caída en el promedio anual de la inflación lo que a su vez provocó una caída en la recuperación salarial para los públicos y una baja en el Índice Medio de Salarios (IMS).”

Si, era trampa. Lo sabía el “joselo”, dirigente comunista de los funcionarios públicos agremiados, antes y lo sufre ahora.

Lo sabía cuando en un acto de corrupción descarado, apoyó políticamente al fraude amplio (al que pertenece), con dineros de los sindicatos.

Lo sabía cuando vio durante años el maquillaje de los números, pero le convenía jugar callado.

Y si no lo sabía, es más estúpido de lo que imaginamos. Pero a no comerse la pastilla. No existe comunista estúpido. Será corrupto, mentiroso, maquiavélico, inmoral, pero no estúpido.

Por eso, ahora, esta pose de “trabajador” dolido por la “trampa” del gobierno es poco creíble, mas bien, suena a jugada a doble punta, cosa que hacen muy bien los comunistas.

Esta es una de las principales razones, para que no deban existir los sindicatos en el área pública, para evitar estos casos de corrupción.

El funcionario está para la función del estado, y por eso tiene derechos y obligaciones diferentes a las del trabajador privado.

El funcionario no puede ni debe ser sindicalizado.

El sindicato debe existir para la protección del trabajador privado, ante el patrón. Pero no deben existir, tampoco, sindicatos de sindicatos ni centrales sindicales de segundo y tercer nivel, que solo sirven para que los comunistas corruptos se adueñen de todo el poder y el dinero de los trabajadores.

Lonjazo