No aprenden

Aunque parezca mentira, aunque parezca increíble, esta pobre gente que nos desgobierna, sigue pensando que el fenómeno económico se puede manejar a punta de decretos de gobierno, que los gobiernos pueden obligar a bajar los precios. Hasta que no se den cuenta del error, van a seguir haciendo macanas.
A que gobierno del planeta no le gustaría bajar los precios? Si fuera posible, no habrían en el mundo precios altos, pero ni ese razonamiento infantil son capaces de hacer.
El siglo XX les pasó por arriba y no aprendieron nada. Ni siquiera pudieron sacar una pizca de sentido común.
Un tipo viene caminando por un campo y patea una gran piedra.
Cuando el dolor cede un poco y termina de mascullar insultos a la creación, emprende la marcha de nuevo y como va por el mismo camino, vuelve a patear la misma piedra.
Vuelve a mascullar insultos, y cuando el dolor cede, vuelve a emprender el mismo camino y una vez mas, vuelve a patear la misma piedra.
Quizás el tipo esté esperando que la piedra se mueva de su camino, una verdadera utopía, si las hay, o quizás, esté pensando que la piedra no es tal, y que con su voluntad, se convertirá en algo suave y maleable.
Quizás, piense que fue su imaginación o quizás, piense que en realidad, le pegó una patada mal dada, y que hay que patearla mejor.
Cualquier cosa menos pensar que va en un camino equivocado y que lo mejor, es hacer un desvío para no volver a patear la piedra.
Como dijo, en una de sus magistrales clases de Economía Política, el Prof. Claudio Williman, “cualquier diferencia entre la realidad y lo que yo pienso, peor para la realidad”.
Así actúa el gobierno.
No importa cuantas veces hayan visto y practicado el error, persisten en él, como si pudiera variar el resultado.
Saben, porque ignorarlo sería ya pecaminoso, que el aumento del gasto, requiere aumento de impuestos y que estos, cuando trasladables, siempre terminan siendo trasladados al precio, con el consiguiente aumento de todo.
Pero siguen creyendo que con brigadas de idiotas, recorriendo góndolas de supermercados, van a evitar el efecto.
A lo sumo, lo que van a lograr es el segundo efecto indeseable, la desaparición de los productos que no encuentran su precio en el mercado, típico de estos modelos “solidarios” o “con visión social”, que siempre terminan perjudicando a aquellos que pretendían proteger.
Toda vez que se pretende inventar un mercado distinto al natural, este se viste de negro, pero nunca desaparece.
Quieren parar la inflación, aumentando el gasto demagógico y al grito, y agrandando el estado y eso no funcionó nunca. Además, es incompatible con la inversión y por consiguiente, con el Uruguay productivo que vendieron.
En el mundo real que avanza y progresa, hacen lo contrario y funciona, mientras que acá, inventamos la pólvora y nos explota en la cara.
No hay que inventar nada. Es solo copiar lo que funciona.
Pero parece que la realidad no basta, para nuestros geniales gobernantes.
No se van a dejar avasallar por esa pavada, en su heroico intento de imponer la felicidad general y eterna.
Lonjazo.