Por la boca muere

Corría la tarde de un 24 de agosto de 1994, y el Uruguay todo, no salía de su asombro.
Cuando transcurría el segundo gobierno luego del retorno a la democracia, con todas las instituciones republicanas funcionando de acuerdo a la Constitución y la ley, el país tenía que vivir una asonada delictiva con ribetes políticos, disfrazada de sensible y preocupada por los DDHH.
La Suprema Corte de Justicia había decretado, con todas las garantías del debido proceso, la extradición de tres españoles, acusados de delitos de terrorismo en España, y había en nuestro país, un grupo de partidos políticos, llamado Frente Amplio, que estaba dispuesta a oponerse a tal resolución, a sangre y fuego. Y así lo hicieron.
Todas sus principales figuras políticas, todos los actuales cabezas de lista, señores senadores y diputados, los líderes políticos, el Gral. Seregni, el Dr. Vazquez, varios actuales Señores Ministros, como Astori y Gargano, decían presente frente al Hospital Filtro, donde estaban detenidos los extraditados, con el cuento de que estaban sensibilizados por la enfermedad de los reos y para oponerse a su traslado hasta el aeropuerto de Carrasco.
El Uruguay no podía creer lo que veía, cuando una vez mas, en la historia cercana, las mismas personas desataban la violencia contra las instituciones del país.
El gobierno de entonces, en manos del Partido Nacional, se veía en la obligación constitucional de acatar y efectivizar la orden de la Justicia, y se desataba la violencia delirante de la izquierda nacional… TODA.
El resultado, un joven muerto, decenas de heridos, civiles y policiales, mas decenas de vehículos oficiales destrozados.
Un manto de silencio cayó sobre el luctuoso día, y pasó a la historia, como un acto de sensibilidad social. Y como si fuera poco, todavía alguno se dio el lujo de acusar al gobierno de “asesinar” a un pobre chiquilín idealista.
Una vez mas, deliberadamente, con exquisita técnica fascista, se entreveraba y confundía represión, con uso legítimo de la fuerza por parte del estado.
Pasaron 13 años y monedas y todos los personajes políticos, que estuvieron enfrentados al estado de derecho, a la Constitución, a la Ley, terminaron formando parte del gobierno.
El Uruguay bondadoso e ingenuo, olvidó aquellos hechos gravísimos y les dio el voto de confianza que jamás se merecieron ni debieron tener.
Pero el tiempo, la senilidad, la necesidad de protagonismo, las rencillas internas, las desavenencias políticas, hacen que se abran bocas que deberían permanecer cerradas, y acaba de hacerse público, un libro autobiográfico, del tupa Zabalza.
En él se describe aquel luctuoso día, y se confiesa olímpicamente, quien lo organizó, porqué y para que.
Y vaya sorpresa… fue organizado por el movimiento tupamaro.
Porque había que pagar favores a la ETA, que les había dado apoyo económico.
Para que una banda de jóvenes militantes, que habían sido entrenados, se probaran en una especie de bautismo de fuego revolucionario.
Ni mas, ni menos. A confesión de parte, relevo de prueba.
No es la primera vez que se les “escapa” algún secreto de la orga. Otro hace un tiempo, declaró que varios jefes habían estado en Libia, en plena democracia, negociando entrenamiento de militantes y en este libro se confirmó, solo que esta vez, nombrando a los “negociadores”.
Las reacciones fueron terribles dentro del movimiento, porque aparentemente se violó un pacto de silencio, una especie de “omertá” mafiosa.
Quedó al descubierto que la orga, seguía activa en aquel momento, en su actitud violenta contra la democracia.
Los otros jefes desenmascarados reaccionaron con violencia, pero el deschave estaba hecho.
Todo el verso de la Democracia y los DDHH que estuvieron revoleando estos años, esa postura de gauchitos bonachones, de viejitos inocentes, era pura patraña. ENGAÑIFA, como le gusta decir a Fernandez Huidobro, cuando le da por revolear acusaciones a los demás.
Claro que este deschave desata un par de grandes incógnitas…
Los personajes políticos frentistas no tupas, que estuvieron en el lugar de los hechos, participando activamente, frente a la prensa por lo menos, el Dr. Vazquez, el Cr. Astori, entre tantos otros, sabían que formaban parte de una actividad sediciosa planificada por los tupas, o le estaban haciendo el mandado inocente?
Sabían que en el lugar de los hechos, dentro de una combi, estaban los jefes, Mujica, Fernandez Huidobro, Zabalza, estudiando el “teatro de operaciones” como si fueran generales mirando la batalla?
Sabían que en las inmediaciones había un ómnibus lleno de cócteles molotov, clavos miguelito y jóvenes “con ganas de hacer su bautismo de fuego”? El pobre muchacho que terminó muerto, era de ese grupo?
Estos “moderados” frenteamplistas que, juntos con los otros, hoy gobiernan, sabían como eran las cosas, o fueron unos cretinos útiles?
Fueron cómplices inocentes, de buena fe, o fueron cómplices a sabiendas?
Sea cual sea la respuesta, los descalifica totalmente para estar hoy, donde el pueblo oriental los puso, con una ilusión y una candidez que da pena.
La otra cuestión es: Siguen los tupas hoy, en el 2007, entrenando gente?
Tienen en algún lugar omnibuses llenos de cócteles molotov y clavos miguelito?
Tienen armas? Siguen preparando jóvenes para la revolución?
Quienes son y donde están los que se entrenaron en Libia?
O desistieron y solo piensan en la democracia y el derecho?
Sea cual sea la respuesta, quien puede creerles?
Como estar seguros de que no hay otro pacto de silencio?
Hoy a la vista está del que lo quiera ver, la calaña del gobierno, su mendacidad descarada, su soberbia y su desparpajo.
Como estarán valorando estas noticias en España, cuando hace pocas semanas, nuestro Presidente se expresaba en contra del terrorismo frente al Primer Ministro y al mismo Rey y hoy queda al descubierto que parte, por lo menos, de su campaña fue financiada con fondos de ETA?
Estarán pensando que recibieron, con honores de estado, a una banda de farsantes mentirosos?
Los prestavotos, que en el 2004 tan inocentemente confiaron en esta gente, tienen a la vista el error cometido y hasta que punto fueron burlados.
Uruguayos, es tiempo de dejar los festejos y abrir los ojos!
Ya hay material y experiencia mas que suficientes, para valorar lo que significó esta prueba absurda, de permitir gobernar a quienes no tenían ni los conocimientos mínimos imprescindibles, ni honor, ni respeto, ni dignidad ni vergüenza.
Lonjazo.