Viva el carnaval

En el país mas carnavalero del mundo, la fiesta popular pagana dura tres días justito, y le sobra para ser el mejor y mas famoso de todos.
72 horas contínuas de fiesta popular genuina, con sus luces y sus sombras, hasta que caen rendidos el miércoles de ceniza, momento en el cual, Momo devuelve el cetro y el país vuelve a la realidad, sea cual sea.
En Uruguay, somos conocidos por tener el carnaval mas largo del mundo, porque entre pitos y flautas, empieza en enero y termina en marzo, sin contar con los ensayos que arrancan en noviembre, y los coletazos que duran hasta abril y sin considerar, los conjuntos carnavaleros que pasean todo el año por el mundo su arte, con nuestra plata, por supuesto.
También nos destacamos por tener el carnaval mas panfletario, ideologizado y en permanente campaña electoral, lo que lo desnaturaliza definitivamente como tal, convirtiéndolo en una patética patraña fascista mas.
Y como si fuera poco, la principal agrupación, que como el carro del Chaná está fuera de concurso, trabaja todo el año, recorriendo mensualmente, a veces mas, a veces menos, el país entero, arrastrando a la troupe completa, y que en la última presentación, llegaron a Paso de los Toros con una claque propia en 50 omnibuses llenos, especialmente contratados a tal efecto, que solo Dios sabe quien pagó.
Obviamente, la necesidad de aplauso es grande y el aplauso espontáneo, cada día mas escaso.
En esta última presentación, a principios de marzo, el director, conocido en otras épocas como el Jimy Swagart del sur, presentó a sus nuevos componentes, y mostró a los salientes, que en algunos casos, ni lo aplaudieron.
El tipo tiró el saco, agarró el micrófono, y se dedicó duro a la política partidaria, eso si, aclarando desde el arranque, como si con eso fuera suficiente, que no era hacer política…
“Mañana no faltará algún profeta del oscurantismo, del negativismo, del que ve todo mal, de quienes nos atribuyen expresiones espurias y dirá que este es un acto frenteamplista. Este fue un acto del gobierno nacional para todos los uruguayos”.
Genio y figura.
Mas allá del ya tradicional insulto a la prensa, y a todos aquellos que piensan diferente, el tipo decía esto frente a una cantidad de gente arreada, que agitaba banderas del frente.
Y como para rubricar el dislate, despejar hasta la mas mínima sombra de duda sobre el insulto a la Constitución que estaba perpetrando, se despidió con el consabido saludo del che, “hasta la victoria, siempre”.
Si una diferencia hay entre este circo gubernamental y La Reina de La Teja, radica en que esta comparsa, no solo no cae rendida al tercer día, sino que tampoco entrega el poder a la realidad.
La cuestión es que la actuación fue medio patética, porque hasta la claque contratada se dio cuenta que la troupe completa está medio nerviosa, quizás por las encuestas, entonces pierden la chaveta y se tiran al agua de la inconstitucionalidad, que es una forma como cualquiera otra, de corrupción.
El hombre resultó ser el presidente de los frentistas, a los que tuvo que llevar “gratis”, pero no de todos los orientales.
Le quedó grande el zapato. Tarde o temprano se le iba a notar. No se puede engañar a todos, todo el tiempo, dijo un sabio.
Si así vamos en marzo del 2008, solo Dios sabe a lo que serán capaces de llegar, no sólo haciendo política indebidamente, sino manejando el presupuesto, supuestamente de todos, a su servicio político.
Lonjazo.