El Pepe, su ideario y su delirio diario

A los pocos días de asumir, el flamante Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, ni corto ni perezoso, arrancó con el asunto de la producción de caña y de azúcar y ya que estamos, de remolacha azucarera también.
El asunto es producir azúcar de vuelta y venderla y chau.
Algo tan fácil, barato y viable como sacar petróleo y tratar de vendérselo a Kuwait.
Y ya que estaba en el norte, y vio que no había pasto, entonces pensó que se podía traer el ganado a comer en el sur, donde la seca no estaba tan brava.
Después de todo, cuanto podría costar movilizar un par de millones de cabezas de ganado?. Un proyecto de fácil realización y sin mayores riesgos.
El único problema era donde ponerlos a pastar hasta que pasara la seca, pero eso se vería sobre la marcha y apelando a la solidaridad de los productores.
Pero, como ideas no le faltan y coraje tampoco, al ver que la mudanza del ganado no salía, vaya a saber uno porque, entonces largó la de importar forraje de Argentina. El tipo estaba preocupado por las vacas.
Total, que la seca pasó, y el forraje todavía está en venir. Bueno, menos mal. Que mejor forma de traer la aftosa de vuelta en forma masiva y barata?
Ahora las vacas se están ahogando y no sería raro que estuviera pensando en comprarles chalecos salvavidas.
Pero en fin, el tipo estaba con el tema del ganado y se acordó que los pobres no podían comer asado, entonces forzó a los frigoríficos a venderles basura a precio de falda, siempre que les hicieran creer que era asado, (igual, si hasta ahora no podían comer, no se iban a dar cuenta).
Y ya que estaba en esto del populismo, y que el arranque de solidaridad con el cascarriaje no se le pasaba, le quiso sacar el COFIS a las lentejas, para que el guiso saliera mas barato.
Seguro que alguien le avisó que el COFIS es un impuesto que se aplica solamente a la enajenación de algunos artículos, porque se terminó haciendo el otario.
Pero, tenaz como pocos, como esa tampoco le salió, y los irmaos brasileños seguían trancando el arroz en la frontera, se le ocurrió mandarlo a San Pablo por barco, para jopiárselo a los piqueteros.
Como no se le ocurrió a nadie antes?
Será porque San Pablo no tiene puerto y si lo tuviera, desde el barco habría que bajarlo a camiones, que se podrían detener igual que en la frontera, y que además serían brasileños y no uruguayos, a no ser que desembarcaran el arroz disfrazado de ticholo, para que nadie se avivara.
Que, para ser ministro hay que saber geografía también?
Arriba ministro, no afloje y siga tirando ideas, quien le diga que algún día la emboque con una.
Mientras tanto, el país necesita sonreír de vez en cuando. Desde que se murió el Minguito no tenemos un personaje así.
Pensar que mucha gente lo votó, convencida que ese cultivado disfraz de gauchito bonachón y medio ignorante, era una pose electoral, pero que en realidad, el tipo era super culto e inteligente.
Como dijo aquel, no era ni una cosa ni la otra, sino todo lo contrario.
Lonjazo.