Y la gente... nada.

Llegamos a la mitad de Julio y el resultado es… nada. O mejor dicho, mas, mucho más de lo mismo, pero maquillado.
Hay que reconocer que los asesores políticos y de imagen del gobierno son realmente brillantes.
No es de casualidad que llegaron a obtener el poder, sin siquiera decir QUE iban a hacer, tan solo insinuando cambios eventuales.
A esta altura, los cambios que vamos a ver, gracias a Dios, van en la vía del liberalismo capitalista que nunca nos dejaron hacer antes, estos mismos que hoy gobiernan, eso si, debidamente disfrazado de populismo.
Si se pudiera titular, se llamaría, La Gran Patraña.
Desde el arranque nomás, la demostración de incapacidad e improvisación fue y sigue siendo de tal magnitud, que llegó a asustar hasta al mas manso, pero quien así pensó, pudo estar subestimando grandemente al equipo.
Veamos.
Firmamos la más leonina Carta Intención con el FMI que jamás nos pusieron adelante. Y la gente… nada.
Escándalo en MSP, con ingredientes de acomodismo, amiguismo, clientelismo e incapacidad para los cargos y que involucran directamente al presidente, jamás vistos en Uruguay, por lo menos con tanto descaro y publicidad. Y la gente… nada.
Escándalo en MRREE, con nombramientos descarados de hijos de senadores, de cabezas de lista fracasados, derogación de decretos para poder acomodar mas y mejor. Torpeza e incapacidad para manejar los asuntos internacionales. Y la gente… nada.
Escándalo en el MT, derogando normas que permiten la ocupación a mansalva de lugares de trabajo, con el resultado esperable de ocupaciones a mansalva. Y la gente… nada.
Escándalo del vice de Economía en Washington, mofándose de las reformas que nunca permitieron y que ahora se van a hacer porque son necesarias. Y la gente… nada.
Escándalo continuado en el MGAP, a cargo de un pintoresco e ignorante ex guerrillero que hasta le quiso sacar un impuesto inexistente a una legumbre, entre otras muchas barbaridades mayores. Y la gente… nada.
Escándalo en el MI, con el descabezamiento de todo el alto mando policial y la presentación de una ley que va a dejar en libertad presos justo en el peor momento de inseguridad. Y la gente… nada.
Escándalo en el MAS, con un subsidio a la pobreza que no se termina de contar ni ubicar, escándalo con la fuga de menores delincuentes, escándalos callejeros enfrentando a la ministra con sus antiguos socios activistas, escándalo de la ministra, contándole al cuerpo diplomático acreditado, que hay el doble de los pobres e indigentes que hay en la realidad, demostrando así, la mas descacharrante ignorancia o el mas escalofriante caradurismo. Y la gente… nada.
Escándalo en el MEC, derogando normas que van a permitir las ocupaciones de liceos, a piacere, a las minorías prepotentes. Y la gente… nada.
Escándalo en el MVOTMA, con una mamarrachesca norma que pretende interpretar a la Constitución para que diga lo que no dice y para que se contradiga a la opinión popular que aprobó la reforma. Y la gente… nada.
Subas de los combustibles dos veces en dos meses, tal como advirtiera el Ex Ministro Alfie, porque se necesita caja y solo se puede obtener a través de las tarifas, que castigan al que menos tiene. Adonde habrá ido a parar aquello de “que pague mas el que tiene mas”? Y la gente… nada.
Anuncios mas o menos velados de privatización o como quiera que se les llame, de PLUNA y ANCAP para ir empezando. Y la gente… nada.
Escándalo sindical, con un PITCNT arrodillado, balbuceante y sumiso. Y la gente… nada.
Escándalo en la oposición, que no puede hacer su trabajo, simplemente porque no hay forma de saber para donde va el gobierno. Y la gente… nada.
No pasó ni pasa, nada.
Con la gente que votó con tanta esperanza, que acompañó a este gobierno con tanto ardor, cansada de décadas de “corrupción e incapacidad”, no pasa nada.
Los ministros siguen tan campantes, los acomodados también, la oposición de boca abierta y sin argumentos y la opinión pública, anestesiada.
En el medio, barullo multimedia por el tema del humo de cigarrillos, por las amenazas a la prensa, por el asado del Pepe, por el arbitraje en el fútbol, por la inmortalidad del cangrejo y por el “asunto militar”, que todos sabemos que va a terminar en nada, porque existe un compromiso entre el Presidente y el Comandante, que solo ellos conocen que así va a terminar con el tema.
En fin. El gobierno hace como que gobierna, la oposición hace como que se opone y la gente no sabe ni entiende nada de lo que está pasando.
En el medio, seguimos con el neoliberalismo, aumentamos la deuda externa, pagamos nuestros compromisos puntualmente, estamos haciendo un “capitalismo en serio”. Pero la desocupación sube, los precios también, las tarifas también, todo sube, menos los indicadores económicos.
O sea, el vaticinio preelectoral de Larrañaga, en cuanto a que prenden el señalero para la izquierda pero doblan para la derecha, se dio.
Si lo hubiera sabido, los hubiera votado hace 10 años… quizás estaríamos como Nueva Zelanda, Irlanda o Chile.
Lonjazo.