Saltó la liebre

Uno de los flancos mas delicados de todo gobierno de izquierda es la transparencia y cristalinidad, con que tanto se llenaron la boca durante décadas.
Con su eterno sonsonete fascista, no descansaron un minuto en su prédica disolutoria, acusando, inventando, difundiendo verdades, medias verdades y hasta falsedades lisas y llanas.
Así vivieron durante décadas, elección tras elección sumando votitos, tanto aquí como en otros lares, donde las técnicas Gramscianas se aplicaron con total rigor.
Hasta que un día, se cumplió el sueño y llegaron al poder.
No pasaron ni quince días para que empezaran a saltar las liberes por todas partes, haciendo lo que tanto se criticó.
Así, el hijo de... salió de embajador, el socio de... salió para un cargo en tal ministerio, la ex empleada de... para otro cargo, el marido de... para otro cargo... llegando al colmo en los recientes nombramientos en la intendencia de Canelones.
En Brasil, tardaron dos años y medio en descubrir la red de corrupción, mas escandalosa por provenir del gobierno “santo” de Lula, al punto de hacerlo tambalear.
En Uruguay en cambio, no pasaron ni dos semanas para empezar a mostrar la hilacha, pero en estos últimos días, el escándalo parece empezar a crecer.
Sucede que un senador y un asesor de Mujica, ambos preocupadísimos y abnegados funcionarios que luchaban por cumplir con las promesas que se le habían hecho a los endeudados, aparecieron como principales beneficiarios del eventual perdonatuti.
Si lector, son ambos, deudores por centenas de miles de dólares, y uno de ellos, hasta se insolventó para eludir embargos.
Ante semejante escándalo “in crescendo”, no faltaron quienes trataran encontrar al Presidente, para ver que opinaba de todo este desagradable asunto, pero no tuvieron suerte.
El hombre se fue para la Residencia Presidencial de Punta del Este, aquella que le iba a dar al INAME para que los niños pobres conocieran como viven los ricos, y salió de pesca en el Yate Presidencial, Comar I, a pescar brótolas.
Dicen que pescó unas cuantas.
Pero la mas grande nos la metió en octubre. Esa sí que fue flor de brótola.
Lonjazo.