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Abogado y liberal

Friday, December 09, 2005

Bofetada que se veía venir

Dijo el Ministro de Economía, Cr. Astori en la reunión de ACDE…
es una demostración de madurez y de responsabilidad que la administración de izquierda promueva cosas que muchas veces había criticado desde la oposición
Solo eso? Mirá que humilde el Ministro!
Debemos pensar entonces, que su propia actitud antes de las elecciones, era una demostración de inmadurez e irresponsabilidad, o era un canto a la demagogia mas descarada de la historia y ahora se ríe en nuestra cara?
Alguna vez escribí que con los personajes que formaban la izquierda vernácula, se podía hacer una selección en tres grupos, mas o menos definidos…
Unos, que habían arrancado con pocas luces, estaban definitivamente idiotizados por la ideología, la poca capacidad y flojera intelectual, incapaces de pensar por si mismos y siempre listos a repetir cualquier cosa que les “bajaran” de las alturas iluminadas, de los comités centrales, etc.
Fieles, eternos y babeantes militantes que recorrían calles, día y noche, con su banderita y o pinceleta al hombro y cara eternamente tristona. Eran y siguen siendo el grueso de la militancia, la mayoría.
Otros, fieles creyentes en las verdades reveladas, al punto de sobreponerse a la naturaleza humana e intentar imponerlas por la fuerza, con lo cual, estaban mostrando que la mentada bonomía era relativa, pero ya mostrando menos banderitas y menos carita bonachona, mas bien todo lo contrario. Entre estos, abundan terroristas, militares traidores, sindicalistas, etc., pero no tantos como los anteriores.
Y por último, los mas sagaces, demagogos, inteligentes y cultos, capaces de infiltrarse en las redes antemencionadas, hacer nido allí, y sacar provecho en términos de dinero y poder. Estos fueron siempre pocos y siempre poderosos.
Dicho de otra forma, los mas taimados y ventajeros, que supieron siempre acomodar el cuerpo para llegar a las cátedras, organismos internacionales, decanatos, rectorados, ministerios y Dios sabe donde, siempre listos al discurso demagógico, a la repetición machacona de mentiras y medias verdades, expertos en la aplicación mas perfecta del dogma fascista, firmemente respaldados por innúmeros logros académicos e intelectuales, que supieron repartirse entre ellos con increíble flexibilidad y siempre, con el aplauso complaciente de los primeros y el apoyo calculado de los segundos.
Entre estos últimos, surgen con brillo propio el actual Ministro de Economía, y varios de sus colaboradores mas directos. Fueron los que lograron arrastrar a la red, el plus de votos que faltaba para obtener el poder, y lo lograron.
Recién en la próxima elección, vamos a saber si estos votos, pasaron a formar parte de algún grupo de los mencionados ut supra, o si se trata de ciudadanos que se timbearon el voto por cinco años y cuando vean que los burlaron, actuarán en consecuencia.
Pero claro, no hay máscara que dure cien años, y una vez en el poder, se hace imposible mantener el discurso que allí los llevó, junto a la cruel realidad. El doble discurso y su prima la mentira, tienen patas cortas.
La realidad llega y un buen día, con el cinismo mas grande que imaginarse pueda, sueltan la parrafada del principio, frente a un calificado foro de empresarios preocupados, sin que se le mueva un solo pelo de su blanca y cuidada cabellera.
Confieso que si hubiera estado presente, me hubiera costado mucho no levantarme e irme riendo a mandíbula batiente, como supongo que le habrá pasado a muchos de los presentes, porque hay un límite para soportar tanta hipocresía y soberbia.
De golpe y porrazo, el demagogo tiene que convencer a su auditorio que no van a haber aventuras absurdas sino apego total a la realidad, y lo hace tirando la careta que tanto cultivó y cuidó durante años de mentira y seducción.
Pero en fin, una vez mas queda comprobado que ha mentido y mucho o miente hoy, y mucho, que es mentiroso hábil, creativo y valiente y que confiar en su palabra, es similar a ponerse la soga al cuello y patear el banquito.
Si yo no los voté y me indignan estas actitudes, que rayan en la bofetada…
Que pensarán y sentirán, los cientos de miles de crédulos que si lo hicieron?
Serán capaces de volver a votar a esta bandada de demagogos?
Abrirán los ojos dentro de cuatro años?
O volverán a votar a un presidente que no preside pero que le gusta la medicina y a pesca?
Serán tan inteligentes como para volver a enredar a los votantes y éstos, tan giles como para volver a caer?
Veremos.
Lonjazo.

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