Corrupción

Ganó la corrupción, ganó el progresismo, perdió la moral.
En una excelente, como siempre, nota de Montaner, el distinguido autor se pregunta “de que rara pasta están hechos los latinoamericanos”, que no se dan por enterados de la inmoralidad de muchos de sus elegidos, y alegremente los siguen votando, como si nada ocurriera.
Allí alude, entre otros, al delincuente que corre para la presidencia de Nicaragua, al golpista que hoy desgobierna chavezuela, y da una buena media docena mas de ejemplos.
Y la verdad es que es una pregunta imposible de contestar.
Podría deberse a la brutal ignorancia de los electores, o a la desidia a investigar y exigir un mínimo de actitud moral a los políticos, o a la demagogia que ha debilitado tanto los espíritus, que los ha convertido en una majada informe que vota por un mendrugo y un poco de circo.
Porque eso es lo que hacen, les dan un patético mendrugo, que en el Uruguay, irónicamente se llama PANES y les arman un lindo carnaval, mientras despilfarran sus posibilidades y las de sus hijos en una indecente orgía de acomodos, amiguismos y corrupción generalizada, eso si, “por riguroso concurso”.
El genial Maggi, dice que el subdesarrollo está en la cabeza y parecería que es una gran verdad.
En España, las últimas elecciones estaban prácticamente ganadas por quien terminó perdiendo, y perdió por la simple sospecha de haber mentido u ocultado o tergiversado un poquito la realidad a su paladar.
Esa es la diferencia entre primer y tercer mundo. A los europeos les importa.
Si eso ocurriera en América, prácticamente todos los que están en el poder no lo estarían, porque han mentido con tal descaro que cuesta creer, y sin embargo, los votantes no los han castigado, antes bien, los han aplaudido.
El caso mas reciente es el de Brasil. Prácticamente toda la cúpula política que rodea al presidente, se fue al mazo en una ciénaga de corrupción y sin embargo, el presidente fue reelecto con mas de un 60% de apoyo.
Como puede verse desde afuera semejante actitud?
Con este resultado, alguien puede creer que va a detenerse la corrupción en Brasil?
Alguien que sea serio, puede pensar en hacer inversiones en un país cuyos votantes aplauden la corrupción del gobierno?
Puede algún inversor corrupto, vencer la tentación de acercarse a semejante oportunidad de hacer buenos negocios?
Es obvio que, la sistemática desconstrucción gramsciana de nuestra educación durante décadas, está dando óptimos resultados.
Hace ya muchos años, que miles de maestros como nuestra diputada Castro, dejaron de educar en valores, en moral, y ahora, a nadie le molesta que la inmoralidad campee. Claro que nadie puede enseñar aquello que carece.
Dice un personaje de una película en un diálogo político…
_“tienen tanta sed que se beberían la arena del desierto”, a lo que su contendor le contesta, _“se beberían la arena, si, pero no por sed, sino porque no saben la diferencia”.
Convirtieron al continente en un inmenso cambalache, donde es lo mismo un burro, que un gran profesor y por lo tanto, es fácil que gobiernen los incapaces y corruptos.
Lonjazo.