Caretas abajo...

Poco a poco se van cayendo las caretas.
Poco a poco se van viendo las realidades y las verdaderas caras de los actores de la izquierda, de este gobierno, que empiezan a explicar porqué y como fueron las cosas hace cuarenta años.
Cuando digo gobierno, digo GOBIERNO completo, todos sus actores, llámese ministros, diputados, senadores, jerarcas de todo tipo, prensa adicta, sindicatos,… TODOS.
Llegaron al poder, de la mano de la mas grosera mentira concertada de la historia oriental, pero la mentira tiene patas cortas y a este gobierno, se le empiezan a acortar los plazos, para mantener oculta su verdadera cara y personalidad.
Como dice el refrán, “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”.
Claro que hay actores y actores. Algunos, que ya juegan en la cancha grande de la política “formal”, son mas cuidadosos en las formas.
Discrepan, de una forma aparentemente mas civilizada, pero ni locos hacen algo que pueda poner en juego sus jugosos sueldos, ya logrados luego de años de empeño digno de mejor causa, demagogia descarada e hipocresía sin igual.
Así podemos ver las cosas mas insólitas, como por ejemplo, que un ministro de estado, públicamente exprese su discrepancia con la política económica del gobierno que integra. Un absurdo lógico que solo se puede explicar, en un ambiente de demagogos frente una tribuna de idiotas.
Pero estos, ya llegaron. Ahora solo tienen que mantenerse a flote, tratando de zafar del oleaje, haciendo la plancha de la mejor forma posible.
Mucha cháchara, mucho discurso, mucha demagogia y sanseacabó.
Otros, en cambio, recién están largando de la gatera, y en el arranque desesperado por agarrar algún lugar bueno, sin escrúpulo alguno dejan de lado las formalidades y a veces, saltan algunas chispas, o algo más.
Veamos un ejemplito.
Un mequetrefe sindicalista “radical ultra”, va a trabajar con su mujer el 1° de mayo, munido de una mochila, en la cual lleva un arma de fuego cargada. (¿).
Se le cae la mochila y se dispara el arma, hiriendo a su mujer en la cara. Desgracia con suerte, pudo haberla matado, pero hasta allí, un accidente mas de arma de fuego, producido por un irresponsable, que debería explicar, de todos modos, a santo de que, va a trabajar con un arma de fuego lista para ser usada, máxime cuando declara que luego del trabajo, pensaba asistir al acto o contraacto del PITCNT.
Pensaba ir a un acto político sindical armado!?
Con razón el Ministerio del Interior sigue diciendo que si la policía actúa, la cosa puede ser peor! Sabrán algo que todavía ignoramos los giles de siempre?
Me muero por escribir, festejen uruguashosss y uruguashaaasss… festejen.
Ya con esto bastaría para indignarse, pero era solo el principio del mamarracho, que terminó avergonzando a todo el país, porque estas cosas, se saben en el mundo en pocas horas.
El individuo, luego de la desgracia (si es que así fue, porque todavía hay muchas cosas oscuras en el caso), no encontró mejor cosa, que salir públicamente a acusar al PIT CNT de haber atentado contra su vida, habiendo, en ese supuesto atentado, caído su propia mujer.
Estaba tratando de sacar rédito político de una desgracia casual, en un acto de inmoralidad, que solo puede asombrar a algún distraído, que no tenga clara la calaña de esta gente.
Ante el ataque artero y desmesurado, los dirigentes del PIT CNT reaccionaron indignados.
Hay que ver con que cara hablaban de inmoralidad y de fascismo, los reyes de la inmoralidad y el fascismo, los monarcas del doble discurso, los príncipes del marxismo leninismo liberticida y autoritario, genuflexos ante el poder, admiradores y protectores de terroristas y dictadores, sindicalistas amarillos.
En fin, un hecho trágico de inmoralidad y corrupción entre fascistas, que lamentablemente disfrutan de una cuota de poder inconcebible y mas que peligrosa para el futuro del país.
Si a estas bajezas entre “compañeros” estamos llegando ahora, lo que nos deparan los próximos dos años, solo Dios lo sabe.
El día que estos sujetos se lancen en campaña electoral, y no falta mucho, con el poder, el respaldo del gobierno y el dinero que tienen, puede ocurrir cualquier cosa.
No habrá bajeza de la que no sean capaces.
Ah, y la frutilla, como si todo fuera poco, aquel juez que sentía picar las balas cerca, (se acuerdan ¿) no encontró mérito para procesarlo y mandó archivar.
Lonjazo.