Hablando de errores

El FMI reconoció su error, en las sugerencias respecto al manejo de la crisis del 2002.
Cinco años mas tarde, vino y lo dijo. Nobleza obliga.
Y la izquierda, hoy en el gobierno, para variar se sube al carro y no reconoce el suyo, porque estaba del lado del FMI en aquel triste momento de nuestra historia, con el agravante de haberla usado inmoralmente para su campaña electoral.
Hicieron un acto seminario, para conversar del asunto, invitaron a Atchugarry, que no tiene, ni quiere tener actividad política, pero se olvidaron de invitar a los que sufrieron y resolvieron la crisis y sus posteriores desastres.
No invitaron al Presidente Batlle, al Ministro Alfíe, al Cr. Davrieux, al embajador Fernandez Faingold, al Ec. Sténeri, todos protagonistas de primera línea en la crisis y los que la solucionaron.
Todos ellos, sufrieron las presiones internacionales del FMI, y las internas de la izquierda en la oposición, las resistieron y triunfaron.
Con el apoyo patriótico del Partido Nacional, sacaron al país de la crisis y lo encaminaron en la senda que hoy todavía disfrutamos, aunque el gobierno actual, se empeña en destruir.
Obviamente no fueron invitados, por miedo a las repercusiones políticas, por miedo a que la gente se de cuenta de la patraña que le hicieron creer.
Faltó nobleza. Para variar.
Pero mal puede esperarse nobleza, de quienes sabiendo como sabían la verdad, hicieron caudal electoral, convirtiendo la crisis en una gigantesca patraña, diciendo una y mil veces, (como enseñó Goebels) que la crisis fue por responsabilidad y culpa del gobierno anterior. Así llegaron al poder y así están desgobernando al país.
Pero no hay mal que por bien no venga. Hoy, los prestavotos con los que llegaron al poder, tienen claro quien es quien. Quien mintió y quien no. Fueron víctimas de la mas descarada acción de demagogia barata de la historia. Es de esperarse que no repitan tan suicida acción.
Lonjazo