Derechos Humanos

Estaba visto que iba ser así, rompía los ojos, tanto que para confirmarlo, sólo había que dejar pasar unos días. Y así fue.
Los únicos detenidos, procesados con prisión que marcharon de la Cárcel Central hacia el penal de Libertad, por orden directa del presidente Vazquez, fueron los hermanos Peirano Baso.
No había hacinamiento, ni problemas de conducta ni peligro para nadie, incluso están a punto de cumplir los extremos legales para salir en libertad, pero igual fueron trasladados y lo fueron, a un lugar donde sí hay peligro, hacinamiento, problemas de conducta de todo tipo y condiciones de vida deplorables.
La cárcel central es la única del país, en la que los detenidos cumplen con dignidad humana, donde de los 117 detenidos que allí vivían, ahora quedan 114, incluyendo violadores, asesinos, rapiñeros y demás detenidos por delitos violentos, culposos y dolosos.
Entre los que quedan, hay también, estafadores, corruptos, y demás detenidos por delitos “de cuello blanco”, igual que los trasladados.
Pero para ninguno de ellos hubo ni traslado, ni uniforme naranja, ni cadenas, ni trato cruel, inhumano y degradante. Todo sigue igual.
Sólo los hermanos Peirano Baso fueron trasladados, al mejor estilo de la televisión yankee, para la inútil y malsana alegría de los damnificados de la quiebra de los bancos.
Se confirma entonces que, mas allá de todas las explicaciones que hubo, sólo se trató de una venganza personal del Presidente de la República contra estos procesados.
Y si no fue algo personal, entonces lo hizo a nombre de alguien o lo que sería peor todavía, está usando la desgracia ajena, para su márketing personal.
De cualquier forma, se trata de una espantosa violación de derechos humanos por parte del Poder Ejecutivo, sumado a una violación flagrante al principio de separación e independencia de los poderes del estado.
Estos procesados, fueron condenados por el Presidente y su Ministro del Interior.
Los responsables de esta vergüenza nacional, todos, deberían ser mas cuidadosos.
Crear estos antecedentes es muy peligroso, porque nadie está libre de pasar por lo mismo, por poderoso que sea o se sienta, en un momento dado.
Las actuales víctimas de esta barbaridad, son testigos calificados de lo dicho.
Lonjazo.