El día del ejército

Durante los festejos del día del Ejército, el Presidente brindó por la concordia y el encuentro de los orientales, en un claro anuncio de que hasta aquí llegaron los reclamos de venganza del pasado, que ahora sabemos, tenían como único fin, la juntata de votos chotos, y ninguna otra razón.
A tal punto llegó el desparpajo, que pusieron de oradora a la Ministra Arismendi.
Hay que leer una y mil veces el discurso y porque no, oírlo alguna que otra, para convencerse que estamos en el reino del revés, o que estamos, en el pozo de la peor y mas cruda mascarada que jamás vio la historia del Uruguay.
Porque, que esta comunista, que dirige un partido dictatorial marxista-leninista, que supo tener un aparato armado, que participó del intento de golpe militar terrorista contra la democracia uruguaya, con el fin de instalar una dictadura comunista en el Uruguay, nos ilumine con dulces párrafos llenos de sentidos homenajes a los soldados uruguayos, a la democracia, y a las instituciones republicanas, a la patria, es algo de tal mal gusto, que cuesta imaginar algo peor.
Ahora bien, ante el silencio cómplice de la vieja y activa militancia, que uno esperaría reaccionara airada ante tales desplantes de caretismo, uno se queda pensando quien habrá sido el idiota en esta comedia.
Serán ellos, los que durante décadas los siguieron como majadita ciega hasta que los instalaron en el poder y ahora los ven darse vuelta en el aire?
O seremos los otros, los que nunca la tuvimos clara?
Algún día lo sabremos, o no, pero lo cierto es que ahora, los discursos cambiaron tan rápido que da hasta vergüenza ajena.
Lonjazo.