Quien te hubiera dicho

Después de haberle dado un casto besito a la dama, (o fue antes?) el impresentable Ministro Mujica, que parece que hasta se había bañado para la magna ocasión, levantó su fina copa de champagne, para brindar con el Ministro Astori y la Señora Pamela Cox del Banco Mundial, festejando el éxito de las negociaciones que terminaban endeudándonos un poco más.
Claro que ahora no hay problema porque este gobierno, como es tan puro, noble y sensible, puede endeudarnos sin que eso signifique algo malo, como sí lo era cuando lo hacían los gobiernos anteriores.
Total, que a la salida de magno acto que tan contento dejaba a Astori, el popular y gauchesco personaje, no pudo con el genio y volvió al discurso de barricada rural.
Visiblemente angustiado, porque por culpa de la burocracia no pudo ayudar a los pequeños productores durante la seca, se quejó de que no puede ni comprar una bolsa de maiz sin hacer una licitación y que los bancos le pedían garantías para prestarle a esos productores, mientras sobre su arrugada cara, se deslizaban gruesos lagrimones.
Como pensaría, el Señor Ministro, que funcionaban las cosas antes de su llegada?
Se habrá pensado que iba a poder disponer de dinero a su gusto, gana y necesidad, para resolver cualquier problema que le surgiera?
Se habrá pensado que los bancos iban a prestarle dinero ajeno a esa pobre gente, sin otra garantía que la de su linda cara?
Esta actitud no hace mas que revelar, una vez mas, la personalidad y pensamiento profundo y verdadero del Señor Ministro y las de tantos otros que como él piensan y actúan.
Es aparentemente un hombre bien intencionado, con ganas y voluntad de hacer cosas y resolver problemas que le duelen, pero también, un hombre profundamente ignorante de cómo funcionan las cosas en el mundo real.
Ha dedicado casi toda su vida a vivir en una utopía y se ha creído el verso tantas veces repetido, y ahora se encuentra con que lo que tantas veces criticó, y hasta quiso cambiar en forma violenta, no era cosa de malas personas ni malos sistemas, sino de la realidad misma.
Por eso no es raro que les molesten las leyes y los controles republicanos, y no es raro que sean simpatizantes de los gobiernos totalitarios, porque se adaptan mejor a su visión voluntarista y autárquica de gobierno, y es por eso que cuando lo logran, terminan naufragando en una ciénaga de corrupción e incapacidad que todo destruye, a pesar de las buenas intenciones con que nació.
No sería raro que todas estas cosas, lo estén llevando a pensar que tal vez, alguna vez fue injusto en sus apreciaciones sobre otras personas que tuvieron sus mismas responsabilidades y para las que tampoco era fácil el desempeño del cargo.
Me gustaría que así fuera, pero, árbol que nace torcido…
Lonjazo.