Mas y mejor Mercosur...

El fin no siempre justifica los medios. Es mas, casi nunca los justifica. Pero cuando el medio es la deshonra, la indignidad, la sumisión, la vergüenza, jamás debería justificarlo.
Hace poco mas de un par de años, para obtener unos votitos extra, hubo que arrastrarse demasiado, por los pasillos de los edificios gubernamentales de Buenos Aires.
El espectáculo fue tan repugnante que cuesta hasta recordarlo.
Todavía no tenían la responsabilidad de custodiar el honor nacional y ya lo estaban pisoteando, ante el aplauso idiotizado de la militancia progre, que tocaba el cielo con las manos. Hoy está claro que aquel comportamiento tenía un costo altísimo, y llegó la hora de pagar.
Así, muchas suelas quedaron lustrosas y muchas lenguas llagadas, pero en ese momento valió la pena, porque lograron el objetivo, los votos.
Claro que ese comportamiento indigno, que pudo en un momento generar aplausos, votos, festejos y hasta esperanza, también generó desprecio.
El que es inmerecidamente reverenciado tiende a sentirse superior, y de hecho, sin merecerlo pasa a serlo, porque allí lo coloca el genuflexo, quien luego de recibida la limosna, solo recibe la mirada altanera del benefactor.
Ahora, cuando vienen las de cobrar, el reverenciado no pide, exige y es ahí que el genuflexo se da cuenta que no tiene armas para defenderse, porque la principal, que era la dignidad, quedó por el camino.
Pero ahí no termina la comedia trágica.
Fieles a su estilo, tuvieron que reunirse de madrugada, para poder aprobar, entre gallos y medias noches, nunca mejor aplicado, el ingreso de Chavezuela al MERCOSUR, en otro acto de bajeza, incalificable.
Como si todo esto fuera poco, también entre gallos y medias noches, siguieron lamiendo suelas y aprobaron otra indignidad, cual es, aprobar la creación de un parlamento del MERCOSUR.
Como si el MERCOSUR estuviera tan bien que lo mereciera. Justo en un momento en que se hace La Cumbre Iberoamericana y el presidente del país mayor y que lo preside pro témpore, está tan cansado que se va a una playa a pasear en tanga y el mono con metralleta, ni se molesta en venir, pero manda una limosnita por un segundón y lo mas patético, el demagogo presidente argentino, vino unas horitas a dar clases de urbanismo, y por que le venía bien reunirse con el gobierno de España, mientras que en ese mismo momento permitía que una banda de delincuentes prohibieran la libre circulación de bienes y servicios en el MERCOSUR.
A esto llegamos, luego de haber estado meses y años, garganteando, “nosotros queremos mas y mejor MERCOSUR”
Con estos antecedentes, y dejando las mas altas responsabilidades en manos personas técnicamente incapaces, que otro panorama podía esperarse de las relaciones entre Uruguay y Argentina y el resto del MERCOSUR?
Quien puede hoy detener esta espiral de delirio creciente entre un grupo de inadaptados prepotentes, protegidos por un gobierno demagogo hasta la nausea y del otro lado, un gobierno que no sabe para donde remar, porque lo único que sabe hacer bien en relaciones internacionales, es reverencias?
Claro que estas cosas suceden, cuando los gobiernos involucrados no están en manos de estadistas sino en manos de mediocres, incapaces de mirar siquiera al futuro cercano, no están en manos de caballeros de honor, sino de politicastros de medio pelo que viven para y por el ayer y el hoy, pero no para el futuro, que viven para la ventajita garronera y la arbitrariedad.
Solo piensan en llegar al poder y no soltarlo. Fascistas de cuarta que la historia, la verdadera historia, sabrá donde poner.
Lonjazo.