Crac... crac... crac...

Como el casco de un barco atrapado en el hielo, el barco de la izquierda, atrapado en su inoperancia, su incapacidad, su demagogia, su caradurismo, empieza a crujir. El agua empieza a entrar y está helada.
La izquierda empieza a crujir, y con ella el gobierno, ya que han sido incapaces, también, de separar las cosas del partido de las del gobierno.
Dos años de gobierno, si es que así se le puede llamar y las cosas cada día se ven mas claras.
Está resultando cierto lo que bien predijera Seregni, cuando hablaba de inmadurez para gobernar y cuando decía, por consejo directo de Allende, que de su propia interna llegarían sin cesar los problemas, que terminarían paralizando al gobierno.
Y si todavía no es tan grave, es porque siguen corriendo con suerte y la economía anda bien, por cierto que no gracias a sus astutas políticas.
La patraña cojitranca que montaron, solo sirvió para llegar al poder, pero una vez allí, no resuelven los problemas, peor aún, generaron nuevos que bien podrían haberse evitado.
El penoso asunto de los derechos humanos, se les escapa como agua entre los dedos, porque abrieron una puerta que ahora, no saben cerrar, y el presidente terminó reculando ante el embate del resentimiento y el odio.
La prepotencia sindical, ensoberbecida por sus éxitos temporales, es cada día mas fuerte y atrevida.
El hachazo fiscal que le van a dar a la población, con la pomposa reforma tributaria, de la que nadie del gobierno quiere ser cómplice, los va a terminar acogotando.
La industria textil, gran tomadora de mano de obra verdadera, se va a pique porque no se quiso firmar un tratado, y pretenden tapar el mamarracho con subsidios, que no hacen mas que alargar la agonía y que además, es contrario al MERCOSUR.
Y como si todo fuera poco, el presidente avisa que de reelección, nada. Así que como poco tienen y nos hacen sufrir, van a largar con la campaña para ver quien es el sucesor. Dios nos libre.
La gente que les prestó el voto, y peor todavía, su propia gente de toda la vida, empieza a ver que todo fue una gigantesca engañifa.
Que la famosa corrupción generalizada del gobierno anterior, no fue tal y se resumió en un par de bolsas de cemento, mientras tanto, la corrupción escandalosa de los casinos terminó siendo propia.
Que en la junta anticorrupción, se terminó poniendo de presidente, a un acusado de corrupción y falsificador de documento público.
Que al final, tanto el FMI como ellos mismos, eran los equivocados en lo referente a la crisis del 2002, y que por lo tanto, todo lo que dijeron en aquella época y se desdicen ahora, fue una gran patraña electorera.
Que el Uruguay productivo no nace, porque no tienen ni la mas pálida idea de como hacerlo, y si la tienen, los ultras no se lo permiten, porque es “neoliberal”.
Que la desocupación baja porque toman gente en el estado, lo cual es contrario a cualquier política seria de crecimiento.
Que el clientelismo político y el amiguismo es escandaloso.
Que ahora si, hay que terminar con los monopolios estatales y privatizar se volvió buena cosa, incluso poniendo plata arriba.
Que la pobreza extrema se ha convertido en clientela, que nada da, a cambio de la limosna que recibe.
Que la gente sigue durmiendo en la calle, tal como hacía antes de marzo del 2005, a pesar de los miles de dólares que se gasta Marina en el yerno y la suegra.
Que los negocios con Venezuela resultaron el cuento del tío y todavía encima, hay que hacerles reverencias y aplaudirles las violaciones de los derechos humanos.
Que no pagamos la deuda, sino que la pateamos para adelante, mas grande y mas cara.
Que los asuntos internacionales van cada vez peor y sin señal de que mejoren, porque la política internacional está en manos de un anciano incapaz y demagogo.
Que los famosos y esperanzadores presidentes “amigos” de la región, terminaron siendo todo menos “amigos”, y que todas las genuflexiones de nada sirvieron.
Que el odiado Bush, fue el único que tendió una mano, una vez mas y fueron tan inteligentes que se la dejaron colgada.
El viejo y desvencijado paquete empieza a escorar a babor y por esa banda se va a ir a pique. Si Dios quiere se hunde pronto para bien de la patria.
Terminará como una aventura loca que los orientales se mandaron. Si Dios quiere, solo se habrá perdido tiempo.
Lonjazo