La zona de Lonjazo

Lugar donde se emite opinión y donde se reciben comentarios...

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Location: Montevideo, Mdeo, Uruguay

Abogado y liberal

Thursday, March 16, 2006

Desquicio

Un viernes, con un pie en el avión, nos dice que no vamos a dialogar con piquetes y vamos a ir a USA a tratar de hacer un acuerdo de libre comercio, porque el MERCOSUR está liquidado.
El sábado, va dialoga y acuerda con Kirchner, con piquetes y conversa con la Secretaria Rice, por los acuerdos con USA.
El domingo, descansa de los bolazos, y les da un respiro a los “bomberos” del FA que ya no saben que hacer con las fogatas que enciende a cada rato el jefe.
El lunes, cuando se le pasó el efecto del te de coca sale con que no fue dialogo fue ... que se yo... digo... esteeeee... fue un pedido de gesto, en fin, ejem…
El martes, “no hay dialogo con piquetes y además, retruco, voy a la justicia argentina, y además, no está en la agenda un acuerdo con USA…”.
El miércoles... solo Dios sabe lo que nos puede deparar el delirio presidencial en los aires de Brasilia.

Cuando todo era demagogia preelectoral, bueno, era cuestión de cazar giles y todo valía, pero ahora, ahora es el presidente, no puede seguir en la misma patética noria de decir una cosa diferente cada 24 horas.
Un queridísimo amigo, que se fue a disfrutar de la paz eterna hace ya años, entendía que, dada la complejidad del mundo moderno, se hacía cada día mas imperiosa, la necesidad de contar con una facultad de estudios superiores, para formar gobernantes.
El recordado Arq. Juan Gazano, hasta llegó a hacer un proyecto completo, que incluía unas 30 materias, a través de las cuales, un profesional podía formarse para poder ejercer tareas de gobierno con un mínimo de solvencia técnica. Historia, derecho interno, economía, geopolítica, derecho internacional, idiomas, protocolo, etc…
Un gobernante en la actualidad, necesariamente debe tener muchos conocimientos y destrezas técnicas, además de la natural inteligencia y sentido común, elementos estos que si no están, no pueden ser suplidos por ninguna facultad.
Era una gran idea que se debería reciclar, para minimizar el riesgo de que cualquier chanta demagogo llegue al poder, y termine haciendo los papelones que hace nuestro actual gobierno.
Toda formación profesional, en mayor o menor medida, influye en la personalidad de la persona y todas tienen diferentes características, que aunque muy valiosas para lo suyo, no necesariamente buenas para el arte de gobernar.
Como el mundo actual es jurídico, los políticos con esa formación, terminan siendo los que se adaptan mejor a las exigencias de los cargos de gobierno, aunque también con grandes falencias, que hasta ahora, habían sido sustituidas con inteligencia, veteranía, experiencia, y hasta experiencia familiar.
Pero lamentablemente, tal no es el caso de nuestro actual presidente, que como sabemos, es médico radiólogo.
Su formación fue orientada hacia los enfermos, y su objetivo naturalmente es hacer su mejor esfuerzo por sanarlo o en su defecto, ayudarlo a bien morir.
Cuando un hombre con tal formación llega al gobierno, trata al estado, al país, como a un enfermo al que hay que curar o ayudar a bien morir.
Y si encima, no tiene sentido común y la soberbia lo ciega, ni siquiera eso hace bien.
Tal parece ser lo que nos está pasando, el presidente no nos puede curar de la enfermedad que nos provocó, y nos está ayudando a mal morir, sin dignidad ni respeto.
Ahora bien, porque habría de actuar diferente, si actuando así durante años, logró todos sus objetivos políticos, con mayorías asombrosas, que hoy miran asombradas, el mamarracho que votaron?
Como buen médico que es, debe razonar… “si con caldito va curando, caldito síguele dando”… y es lo que hace.
Si con demagogia descarada llegamos, con demagogia descarada nos quedamos.
Lonjazo.

Tuesday, March 07, 2006

Y porque no?

Sin ánimo de resucitarla, ni de terciar en una polémica tan efímera como absurda, ni menos que menos apoyar a algún senador que se excita con el olor a pólvora, parece que es un problema genético, creo que vale la pena expresar un punto de vista, que no se ha visto en el asunto de la educación militar.
La educación militar no es buena ni mala en si misma, pero siendo educación, debería ser siempre bienvenida.
La educación militar no solamente es pasar fines de semana en campamentos incómodos y enseñar a usar armas de fuego, aunque tal conocimiento como cualquier otro, nunca está demás y evitaría muchos accidentes.
Educación militar no es enseñar a golpear, torturar y matar personas, como se ha hecho el deliberado esfuerzo de que pareciera durante años.
Recuerdo cuando en un programa de televisión, un mediocre con veleidades de cantor, le propinó sin anestesia a la sociedad, “los que mandan a los hijos al Liceo Militar son unos hijos de p…”.
Seguramente, si el patético personaje hubiera tenido educación militar, aunque fuera un poco, no hubiera tenido la cobardía de hacer lo que hizo y si lo hubiera hecho, hubiera afrontado con mas dignidad su error, en vez de terminar como terminó a los pocos días, arrugando y pidiendo perdón, aunque sin lograr ocultar su ordinariez y mediocridad fascista.
Educación militar es enseñar respeto por los demás, respeto por los padres, por los profesores y maestros, por los que en un momento dado están por encima en jerarquía y también por los que están por debajo.
Educación militar no solamente es aplicar correctivos mas o menos severos, sino saber hacerlo, cuando, como, por y para que.
Educación militar es aprender camaradería bien entendida.
Educación militar es aprender a trabajar en equipo en cualquier circunstancia, es aprender a confiar en los miembros del mismo, cualquiera sea la posición en la que están. Significa aprender a confiar en la profesionalidad, en la metodología y en los compañeros de ruta.
Educación militar es aprender a obedecer, para después poder mandar.
Educación militar es aprender a respetar, para ser respetado y ese respeto incluye todos los ámbitos de la esfera humana, llámese expresión escrita, oral, gestual, personal y hasta higiénica.
El respeto así aprendido, fácilmente se hace carne en las personas y se convierte en un modo de vida que nada tiene de malo para la sociedad.
No estaría de mas, que durante un año de la enseñanza secundaria, los jóvenes aprendieran que es y como funciona la vida y la enseñanza militar.
Quizás así, muchos aprenderían a presentarse a si mismos en una forma respetuosa y digna, para ellos mismos y los demás.
Hasta aprenderían a sentarse a una mesa con dignidad y respeto.
Nadie se muere si al entrar el profesor al aula, se tiene que poner de pie con la ropa, el cuerpo y la mente limpias, para recibir dignamente a aquel que viene a impartir conocimientos que serán valiosos para su futuro.
En todo caso no sería peor que recibir al docente despatarrado en la silla fumando marihuana.
El que confunde libertad con falta de respeto, está faltándoselo primero que a nadie, a si mismo.
De modo que, no debería ser tan tajante el rechazo. Un año de enseñanza militar no convertiría en militar a nadie que no lo deseara, y a cambio, dejaría una enorme y valiosa experiencia de vida para los muchachos, en un momento muy delicado e importante de la misma.
Lonjazo.