No se sabía
Hace
poco más de tres años, se publicaba este artículo.
“Como recientemente han aparecido estudios
siquiátricos de los presidentes Chávez y Micheletti; ahora se conoce un un
informe sobre el candidato a presidente de Uruguay, por el Frente Amplio, José
(Pepe) Mujica.
¿MUJICA ESTÁ CAPACITADO MENTALMENTE PARA GOBERNAR?
Informe
psiquiátrico sobre José Mujica
¿Mujica está en sus cabales? ¿Está apto
mentalmente para gobernar? ¿Por qué nadie habla de su estado mental? Son las
preguntas que se hacen muchos uruguayos
Sus acciones erráticas parecen demostrar
lo contrario y no hay que ser un técnico para darse cuenta de su estado mental
deteriorado.
“A mí la Justicia me importa un carajo”,
es una de sus incomprensibles frases, o recordar las declaraciones de Mujica
sobre los “bosquimanos”, una tribu africana, cuya filosofía de vida quiere para
los uruguayos, ya que trabajan solo dos horas por día y el resto del tiempo lo
dedican a la joda y a los chismes. “Esta gente labura dos horas. Esta gente
trabaja muy poco y tiene una vida espléndida. Tiene una apariencia de pobreza,
pero tienen una vida notable, lo que descubrí fue que es mentira que el hombre
es un animal trabajador”.
Su prepotencia, su malhumor evidente
cuando algo no se ajusta a sus planes, su destrato a los trabajadores de la
prensa, sus cambios de opinión, sus reacciones violentas que lo hacen pasar de
una aparente calma, al enojo destemplado y al agravio, son muestras evidentes
de un caso para estudiar en el ámbito de la siquiatría.
Su falta de discernimiento, lo lleva a
cometer imperdonables errores notables, como cuando en una reciente visita al
Brasil, le entregó como regalo al presidente Lula, una camiseta de fútbol
perteneciente a Alcides Ghiggia, el autor del gol uruguayo que en la final de
la Copa del Mundo de 1950 celebrado en ese país que dejó a Brasil sin el título
y coronó a Uruguay como campeón mundial. Esa final estigmatizó a los
brasileños, que a pesar del tiempo guardan y aun hoy, recuerdan ese
acontecimiento como uno de los hechos más negros de su historia deportiva. Se
supo que esté “regalo”, no cayó muy bien en el entorno del presidente Lula da
Silva, más bien se le consideró una burla desubicada, luego de eso, al mejor
estilo de país pobre, le pidió a Lula que le otorgara chapas de zinc y no supo
dar una utilización concreta para el material solicitado.
Ante todo esto, dos destacados
siquiatras uruguayos, realizaron una evaluación del candidato a la presidencia
de la República por el Frente Amplio.
Por razones obvias nos reservamos el
nombre de los profesionales, pero cualquiera pude consultar este tema con algún
siquiatra que le responderá lo mismo.
Trastornos
de personalidad
Los trastornos de personalidad, son
desviaciones graves de la formación de la personalidad.
Los antisociales se caracterizan y se
identifican del punto de vista síquico, por el uso de defensas yoicas
patológicas.
Las defensas yoicas, son aquellas que
estructura el yo para defenderse de las agresiones de lo externo.
Así estos trastornos, diferente a los
neuróticos, usan la escisión, la identificación proyectiva y fundamentalmente
la actuación.”
Obviamente que en aquel momento de fiebre electoral,
nadie prestó atención al artículo, que definía la personalidad del candidato
del Frente Amplio.
Esta semana, el presidente
José Mujica participó en un acto de aniversario por los 100 años de la Colonia
Etchepare y como ya es costumbre, se despachó a gusto y placer con su habitual
sarta de sandeces, pero esta vez, nos enteramos de algo muy importante.
“Empezó con que si "la acción del Estado" no está acompañada
del "voluntariado civil" entonces "termina siendo rutinaria y
burocrática".
"Créanme, problemas de psiquiatría, no están todos acá, también los
tenemos afuera (...) Nos pasan esas cosas y nos van a seguir pasando porque humanos
somos. A los que figuran como enfermos, ¿saben una cosa? por el momento
enfermos estamos todos", señaló el mandatario.
Añadió que en su "peripecia personal" una vez "tenía una
persecuta infernal" en la que se "figuraba voces" y por eso lo
"metieron en un hospital".
"En ese hospital me vino a atender una señora que me recomendaba un
puñado de pastillas. Yo la miraba a esa señora que estaba peor que yo (...)
Pero me dio una mano bárbara; las pastillas no sirvieron para un carajo, yo las
tiraba todas, pero lo que sirvió, es que logró que me autorizaran a escribir y
a leer... Y con lápiz fui dominado una cabeza que se me volaba y andaba por ahí",
relató.
Y en seguida añadió: "Salí de la persecuta que tenía encima, seguí
viviendo y como la vida es poesía, aquí estoy, para contar la anécdota".
Así venimos a enterarnos
que pusimos como Presidente de la República a un (por lo menos) ex enfermo psiquiátrico, que hasta mereció internación.
Y parece que salió de esa
situación, gracias a una señora que le daba pastillas que él no tomaba.
Esto explicaría muchas
cosas respecto a su comportamiento habitual, que llama tanto la atención.
No es que a veces actúe
como un loco, ES un loco.
O mejor dicho, padece
trastornos de personalidad y por eso usa fundamentalmente la actuación.
Lonjazo